Durante el discurso pronunciado por el diputado federal del distrito III en la inauguración de la ventanilla única de trámites de la Secretaría de Transporte en la Delegación Regional Atlacomulco, Emilio Chuayffet Chemor externó que “el gobernador Peña Nieto me pidió, en lo personal, que hiciera lo necesario para abrir esta ventanilla. Les vengo a hacer entrega de esta ventanilla que, ciertamente representará el ahorro de muchas horas de transporte, ya que el Presidente Municipal ha señalado con toda precisión cuáles son los problemas que nos impiden avanzar en cuanto a los medios de transporte”.
El actual Diputado Federal por el Distrito III con sede en Atlacomulco, no dejó pasar la oportunidad para abonar la estrategia que el Gobierno de Enrique Peña Nieto ha venido desplegando y que está orientada a presentar las acciones y políticas del gobierno estatal que encabeza Enrique Peña, como actos proselitistas cínicos, anticipados e ilegales, que no tienen otra finalidad que apuntalar una posible candidatura del gobernador mexiquense a la Presidencia de la República en el 2012. Y ante un auditorio a modo, que le rinde pleitesía inmerecida a uno de los personajes más nefastos de la vida política nacional reciente, aprovechó la falta de memoria histórica de quienes le escuchaban para vociferar lo siguiente:
“Peña cumple, y al cumplir, nutre de un liderazgo nacional que va más allá del Estado de México. Los compromisos que hizo Peña seguramente van a ser resueltos de aquí a septiembre de este año, por eso, el gobernador tiene nuestro respeto y la afiliación de millones de mexicanos y de millones de priístas, pero también tiene frente así, la crítica siempre malintencionada de opositores, pues saben que (Enrique Peña) encarna una opción del priísmo muy sólida y la quieren combatir desde ahora”.
Ya encarrerado, Chuayffet Chemor se curó en salud y, envalentonado, empleó la palabra para lanzar una piedra al gobierno de Felipe Calderón, a propósito de la muerte de quien fuera el candidato de su partido a la gubernatura del Estado de Tamaulipas, Rodolfo Torres días antes de la jornada electoral del pasado 4 de julio:
“El gobernador Peña Nieto, en éstos días, ha sido muy firme en que se debe mantener la unidad frente a las circunstancias nacionales que predominan. Se ha ido creando un clima de violencia en el que concurren varios agentes, con la intervención de las autoridades que provocan situaciones que lejos de propiciar acuerdos, nos dividen y ahondan nuestras diferencias. O ¿quién cree que los anuncios que ha dicho el gobierno federal sobre el tema del empleo o de otros temas, nacen de la buena fe y del recto uso del calendario? Se trata de brutunuelas electorales, se trata de mermar al PRI, se trata de trapearnos, por eso no caemos en la trampa”.
Posiblemente Emilio Chuayffet se mordió la lengua, pues, sin justificar ni defender la escalada de violencia que se ha desatado desde que Felipe Calderón declaró la guerra a las organizaciones delictivas que operan en México, pareciera que vió la paja en el ojo ajeno y nunca, pero nunca, vió la viga en el propio. El periodista Ricardo Rocha, en un artículo publicado en el Diario El Universal el pasado 29 de octubre del 2009 y que lleva por título “Acteal: Chuayffet y la matanza”, relató en forma, por demás valiente y magistral, la deplorable e indolente actuación que Emilio Chuayffet tuvo, desde su cargo como funcionario público federal, concretamente como titular de la Secretaría de Gobernación en el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León, en uno de los episodios más sangrientos y más obscuros de la historia reciente de nuestro país: la matanza de Acteal, en el municipio de Chenalhó, en Chiapas. Con el permiso del autor y para no perder detalle en la exposición de los hechos, a continuación les presento un fragmento del citado artículo:
“Dos meses antes de la matanza, Emilio Chuayffet supo lo que iba a pasar y no hizo nada que no fuera burlarse. Y como todas las tardes, beberse sus mentiras... han surgido nuevas pruebas que evidencian la soberbia y la negligencia criminal con que el entonces, Secretario de Gobernación trató las advertencias sobre la situación en Chiapas en aquellos años convulsos.
Y es que apenas en 2006, el actual gobernador Juan Sabines Guerrero creó la Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos en la Procuración y Administración de Justicia en el Poblado de Acteal, por los hechos sangrientos de aquel 22 de diciembre de 1997. Con tres líneas de investigación: esclarecer si existen civiles o ex servidores públicos del gobierno federal y del estado como probables autores intelectuales; determinar si ex funcionarios incurrieron en omisión; y si existieron otros autores materiales. Ahora esta fiscalía está pidiendo formalmente a la Suprema Corte de Justicia el aplazamiento de una nueva resolución sobre el caso Acteal, que es ya inminente.
Porque resulta que luego de cientos de nuevas diligencias e investigaciones la Fiscalía del Caso Acteal rescata una carta enviada el 18 de octubre de 1997 a Emilio Chuayffet Chemor, entonces secretario de Gobernación de Ernesto Zedillo. Era de monseñor Raúl Vera López, obispo coadjutor de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, en la que el sacerdote le enfatiza: “Desde la plática que tuvimos en agosto del año pasado (1996) te hablé del camino que hacia un cambio profundo llevaba esta región y que si lo intentaban detener, sólo iban a lograr un baño de sangre… pues bien, eso del baño de sangre ya está en marcha y se anticipa todavía más cruel”.
Lo más grave es que la fiscalía cuenta también con una grabación en la que Chuayffet se refiere a la carta de Vera diciendo: “Me dice que va a pasar todo esto” y luego confirma “tengo la carta y no es fotostática”. Por si fuera poco, hay declaraciones del entonces gobernador Julio César Ruiz Ferro en las que asegura que tuvo al tanto “…en todo momento al Secretario de Gobernación sobre la problemática en el municipio de Chenalhó”. Y hay otros testimonios como el de Tomás Pérez Méndez, habitante de Chenalhó, que alertó personalmente a Chuayffet sobre “los actos criminales que padecían en esos tiempos”, a lo que el secretario le respondió que “pronto serían atendidos sus problemas”.
Ya entonces eran secreto a voces las debilidades de Chuayffet. Que serían muy suyas si no hubieran afectado a tanta gente. Como aquel tristemente célebre episodio de cuando le llevaron a la puerta de su comedor privado los Acuerdos de San Andrés para la paz en Chiapas, Y luego de una larga espera y 14 anises se dignó a gritar que los firmaran sin siquiera haberlos visto. Hasta la cruda, cuando por órdenes de Zedillo el gobierno se retractó y los desconoció. ”, dice la nota periodística.
Ahora, Emilio Chuayffet, en cada oportunidad que tiene, ha venido recordando los años “tan hermosos y pacíficos” que trascurrían mientras el PRI gobernaba la República Mexicana, gracias a un sistema político corrupto del que él mismo formó parte y que, por lo mismo, no pudo actuar de manera responsable y seria, a fin de evitar la violencia que cobró la vida de varios indígenas de aquel estado del sur de nuestro país. Emilio Chuayffet, sin empacho alguno, en un ejercicio de hipocresía propagandística siguió mostrando a su partido como la única y mejor alternativa y dijo:
“El PRI, sin embargo, tiene crisis … algunos de buena fe, señalan que el PRI no se puede hacer a un lado de esta convocatoria al diálogo (nacional) pero incluso llegan a decir que es falta de generosidad del partido el no concurrir a un llamado del Presidente de la República. ¡Nadie ha hecho más por la democracia paradójicamente en México que el PRI! Cuando fuimos gobierno, nosotros hicimos la reforma política que les abrió a los otros las puertas del poder. Cuando tuvimos la mayoría (en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión) nosotros no tuvimos empacho en flexibilizar la reglas de acceso al poder para hacer que fuera más descentralizado.”
Y erigiéndose como el guarura mediático de Enrique Peña Nieto, Chuayffet Chemor se puso a descalificar el quehacer periodístico, como si quisiera ubicar en este sector, la responsabilidad por los malos resultados que tuvo el país, durante los años en que el PRI dominó en forma totalmente antidemocrática al país hasta el año 2000:
“Y entonces, las mismas plumas que hoy nos critican y que quieren criticar a Peña, aquéllos que nos alagaban y consentían que habíamos dado un paso gigantesco en la historia de México, ahora hacen críticas, algunas de ellas, de oportunidad, cuando sienten que van contra el PRI… y cuando sienten que no los favorecen, entonces nos critican a nosotros los priístas. Y se los digo, porque Ustedes son los transmisores de opinión a través del servicio que prestan. Queremos un México seguro, con carreteras donde no asalten, con ciudades donde no mueran los niños...”
Y en clara alusión a la invitación que hizo Felipe Calderón para convocar a los diversos actores políticos y sociales del país a un Diálogo Nacional, Chuayffeyt declaró:
“...Vamos a acudir a los diálogos que se den cuando el que convoca lo diga de a deveras, cuando con una mano invita y con la otra provoca con sus anuncios electorales, ahí no hay seriedad, ahí hay simple y sencillamente tomadura de pelo. Que (Felipe Calderón) aprenda de los priístas, que aprenda que cuando él era el presidente del PAN y nosotros en la mesa de negociaciones respetamos sus puntos de vista y los llevamos a la Constitución. Que se comprometan como deben comprometerse los panistas, sin faltar a su palabra y sin dobles intenciones. Que el fracaso de gobierno que lleva no lo convaliden recordando cuando hubo errores, porque también hubo aciertos”.
A la prensa, Emilio Chuayffet les dijo: “a los críticos les pido objetividad, que lean las cosas en su justa dimensión, que no se sumen al clamor del poder, muchos de los críticos del entonces gobierno priísta que se ostentaban independientes, hoy están doblegados ante el poder”, finalizó.
Igual, ahora tampoco le pasa nada al blindado diputado priísta Chuayffet. Como no sea un juicio histórico que siempre será implacable…
El actual Diputado Federal por el Distrito III con sede en Atlacomulco, no dejó pasar la oportunidad para abonar la estrategia que el Gobierno de Enrique Peña Nieto ha venido desplegando y que está orientada a presentar las acciones y políticas del gobierno estatal que encabeza Enrique Peña, como actos proselitistas cínicos, anticipados e ilegales, que no tienen otra finalidad que apuntalar una posible candidatura del gobernador mexiquense a la Presidencia de la República en el 2012. Y ante un auditorio a modo, que le rinde pleitesía inmerecida a uno de los personajes más nefastos de la vida política nacional reciente, aprovechó la falta de memoria histórica de quienes le escuchaban para vociferar lo siguiente:
“Peña cumple, y al cumplir, nutre de un liderazgo nacional que va más allá del Estado de México. Los compromisos que hizo Peña seguramente van a ser resueltos de aquí a septiembre de este año, por eso, el gobernador tiene nuestro respeto y la afiliación de millones de mexicanos y de millones de priístas, pero también tiene frente así, la crítica siempre malintencionada de opositores, pues saben que (Enrique Peña) encarna una opción del priísmo muy sólida y la quieren combatir desde ahora”.
Ya encarrerado, Chuayffet Chemor se curó en salud y, envalentonado, empleó la palabra para lanzar una piedra al gobierno de Felipe Calderón, a propósito de la muerte de quien fuera el candidato de su partido a la gubernatura del Estado de Tamaulipas, Rodolfo Torres días antes de la jornada electoral del pasado 4 de julio:
“El gobernador Peña Nieto, en éstos días, ha sido muy firme en que se debe mantener la unidad frente a las circunstancias nacionales que predominan. Se ha ido creando un clima de violencia en el que concurren varios agentes, con la intervención de las autoridades que provocan situaciones que lejos de propiciar acuerdos, nos dividen y ahondan nuestras diferencias. O ¿quién cree que los anuncios que ha dicho el gobierno federal sobre el tema del empleo o de otros temas, nacen de la buena fe y del recto uso del calendario? Se trata de brutunuelas electorales, se trata de mermar al PRI, se trata de trapearnos, por eso no caemos en la trampa”.
Posiblemente Emilio Chuayffet se mordió la lengua, pues, sin justificar ni defender la escalada de violencia que se ha desatado desde que Felipe Calderón declaró la guerra a las organizaciones delictivas que operan en México, pareciera que vió la paja en el ojo ajeno y nunca, pero nunca, vió la viga en el propio. El periodista Ricardo Rocha, en un artículo publicado en el Diario El Universal el pasado 29 de octubre del 2009 y que lleva por título “Acteal: Chuayffet y la matanza”, relató en forma, por demás valiente y magistral, la deplorable e indolente actuación que Emilio Chuayffet tuvo, desde su cargo como funcionario público federal, concretamente como titular de la Secretaría de Gobernación en el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León, en uno de los episodios más sangrientos y más obscuros de la historia reciente de nuestro país: la matanza de Acteal, en el municipio de Chenalhó, en Chiapas. Con el permiso del autor y para no perder detalle en la exposición de los hechos, a continuación les presento un fragmento del citado artículo:
“Dos meses antes de la matanza, Emilio Chuayffet supo lo que iba a pasar y no hizo nada que no fuera burlarse. Y como todas las tardes, beberse sus mentiras... han surgido nuevas pruebas que evidencian la soberbia y la negligencia criminal con que el entonces, Secretario de Gobernación trató las advertencias sobre la situación en Chiapas en aquellos años convulsos.
Y es que apenas en 2006, el actual gobernador Juan Sabines Guerrero creó la Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos en la Procuración y Administración de Justicia en el Poblado de Acteal, por los hechos sangrientos de aquel 22 de diciembre de 1997. Con tres líneas de investigación: esclarecer si existen civiles o ex servidores públicos del gobierno federal y del estado como probables autores intelectuales; determinar si ex funcionarios incurrieron en omisión; y si existieron otros autores materiales. Ahora esta fiscalía está pidiendo formalmente a la Suprema Corte de Justicia el aplazamiento de una nueva resolución sobre el caso Acteal, que es ya inminente.
Porque resulta que luego de cientos de nuevas diligencias e investigaciones la Fiscalía del Caso Acteal rescata una carta enviada el 18 de octubre de 1997 a Emilio Chuayffet Chemor, entonces secretario de Gobernación de Ernesto Zedillo. Era de monseñor Raúl Vera López, obispo coadjutor de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, en la que el sacerdote le enfatiza: “Desde la plática que tuvimos en agosto del año pasado (1996) te hablé del camino que hacia un cambio profundo llevaba esta región y que si lo intentaban detener, sólo iban a lograr un baño de sangre… pues bien, eso del baño de sangre ya está en marcha y se anticipa todavía más cruel”.
Lo más grave es que la fiscalía cuenta también con una grabación en la que Chuayffet se refiere a la carta de Vera diciendo: “Me dice que va a pasar todo esto” y luego confirma “tengo la carta y no es fotostática”. Por si fuera poco, hay declaraciones del entonces gobernador Julio César Ruiz Ferro en las que asegura que tuvo al tanto “…en todo momento al Secretario de Gobernación sobre la problemática en el municipio de Chenalhó”. Y hay otros testimonios como el de Tomás Pérez Méndez, habitante de Chenalhó, que alertó personalmente a Chuayffet sobre “los actos criminales que padecían en esos tiempos”, a lo que el secretario le respondió que “pronto serían atendidos sus problemas”.
Ya entonces eran secreto a voces las debilidades de Chuayffet. Que serían muy suyas si no hubieran afectado a tanta gente. Como aquel tristemente célebre episodio de cuando le llevaron a la puerta de su comedor privado los Acuerdos de San Andrés para la paz en Chiapas, Y luego de una larga espera y 14 anises se dignó a gritar que los firmaran sin siquiera haberlos visto. Hasta la cruda, cuando por órdenes de Zedillo el gobierno se retractó y los desconoció. ”, dice la nota periodística.
Ahora, Emilio Chuayffet, en cada oportunidad que tiene, ha venido recordando los años “tan hermosos y pacíficos” que trascurrían mientras el PRI gobernaba la República Mexicana, gracias a un sistema político corrupto del que él mismo formó parte y que, por lo mismo, no pudo actuar de manera responsable y seria, a fin de evitar la violencia que cobró la vida de varios indígenas de aquel estado del sur de nuestro país. Emilio Chuayffet, sin empacho alguno, en un ejercicio de hipocresía propagandística siguió mostrando a su partido como la única y mejor alternativa y dijo:
“El PRI, sin embargo, tiene crisis … algunos de buena fe, señalan que el PRI no se puede hacer a un lado de esta convocatoria al diálogo (nacional) pero incluso llegan a decir que es falta de generosidad del partido el no concurrir a un llamado del Presidente de la República. ¡Nadie ha hecho más por la democracia paradójicamente en México que el PRI! Cuando fuimos gobierno, nosotros hicimos la reforma política que les abrió a los otros las puertas del poder. Cuando tuvimos la mayoría (en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión) nosotros no tuvimos empacho en flexibilizar la reglas de acceso al poder para hacer que fuera más descentralizado.”
Y erigiéndose como el guarura mediático de Enrique Peña Nieto, Chuayffet Chemor se puso a descalificar el quehacer periodístico, como si quisiera ubicar en este sector, la responsabilidad por los malos resultados que tuvo el país, durante los años en que el PRI dominó en forma totalmente antidemocrática al país hasta el año 2000:
“Y entonces, las mismas plumas que hoy nos critican y que quieren criticar a Peña, aquéllos que nos alagaban y consentían que habíamos dado un paso gigantesco en la historia de México, ahora hacen críticas, algunas de ellas, de oportunidad, cuando sienten que van contra el PRI… y cuando sienten que no los favorecen, entonces nos critican a nosotros los priístas. Y se los digo, porque Ustedes son los transmisores de opinión a través del servicio que prestan. Queremos un México seguro, con carreteras donde no asalten, con ciudades donde no mueran los niños...”
Y en clara alusión a la invitación que hizo Felipe Calderón para convocar a los diversos actores políticos y sociales del país a un Diálogo Nacional, Chuayffeyt declaró:
“...Vamos a acudir a los diálogos que se den cuando el que convoca lo diga de a deveras, cuando con una mano invita y con la otra provoca con sus anuncios electorales, ahí no hay seriedad, ahí hay simple y sencillamente tomadura de pelo. Que (Felipe Calderón) aprenda de los priístas, que aprenda que cuando él era el presidente del PAN y nosotros en la mesa de negociaciones respetamos sus puntos de vista y los llevamos a la Constitución. Que se comprometan como deben comprometerse los panistas, sin faltar a su palabra y sin dobles intenciones. Que el fracaso de gobierno que lleva no lo convaliden recordando cuando hubo errores, porque también hubo aciertos”.
A la prensa, Emilio Chuayffet les dijo: “a los críticos les pido objetividad, que lean las cosas en su justa dimensión, que no se sumen al clamor del poder, muchos de los críticos del entonces gobierno priísta que se ostentaban independientes, hoy están doblegados ante el poder”, finalizó.
Igual, ahora tampoco le pasa nada al blindado diputado priísta Chuayffet. Como no sea un juicio histórico que siempre será implacable…
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